miércoles, 18 de marzo de 2009

JUSTICIA

“La justicia, apoyo del mundo”
Por: Alejandra Estrada Vargas

Es el valor por el cual la persona se esfuerza constantemente para dar a los demás lo que es debido de acuerdo con el cumplimiento de sus propios deberes y de acuerdo con los derechos personales
En esencia, todos somos iguales como seres humanos: todos debemos tener las mismas oportunidades, y la ley debe ser pareja para con todos. Sin embargo, no es justo exigirle a un niño que cargue el mismo peso que un adulto. Como Decía Aristóteles: La justicia es la mesura, simbolizada por la balanza, es decir, por el equilibrio y la proporción: a cada uno su parte, ni mucho ni poco. Por ello, para ser justos debemos tratar a todos con equidad, no con igualdad, es decir, de acuerdo a las responsabilidades de cada quien y a las circunstancias.
Esta virtud reside en la voluntad y no en el entendimiento. Asimismo, si un acto va a ser justo no puede haber ni más ni menos. El niño y el joven esperan que los padres actúen justamente con ellos, y aunque no lo parezca, esto incluye los castigos en el momento necesario.

Según nuestra sociedad, la justicia es una característica posible pero no necesario del orden social. Para que haya orden social no es imprescindible la justicia. Un hombre será considerado justo para el orden social, cuando sus actos concuerden con el orden social que se haya considerado justo. El orden social será considerado justo cuando regle la conducta de los hombres de modo que todos queden satisfechos y logren la felicidad. Al parecer de Platón la justicia se identifica con la felicidad: “sólo el justo es feliz y desdichado el injusto”. No puede existir un orden social justo que garantice la felicidad de todos, ya que generalmente la felicidad de uno modificará la felicidad de otro.

Para algunos hombres la vida es el valor supremo; para otros no. Un ejemplo de esto tenemos al encontrar opiniones contrarias sobre la pena de muerte. “Resulta imposible decidirse de manera científica racional por cualquiera de estos juicios de valor; la resolución estará a cargo de nuestra conciencia, de lo emocional”. Para un esclavo no será tan simple decidir si vale más la vida o la libertad. Para algunas personas será preferible un sistema económico libre y para otros una economía planificada; esto tendrá que ver según el valor de la libertad individual o el valor de la seguridad económica de cada uno. ¿Tiene el médico que decirle la verdad al enfermo terminal o debe mentirle por compasión? Esto se resolverá de acuerdo al valor que la persona le atribuya a la verdad y a la compasión. Según Platón, en ciertos casos, el justo puede ser infeliz y el injusto feliz. Sin embargo cree que es preciso que los ciudadanos sometidos a la ley piensen que sólo es feliz el justo. Por esto Platón justifica el mentir del estado, cuando garantiza la obediencia de la ley y acepta que para el gobierno, la justicia, o sea, lo legal, se encuentre por encima de la verdad. “La respuesta tendrá siempre un juicio subjetivo”.

Por último concluyo que si sabes lo que está bien y lo que no, cumple con tus deberes. No por lo que dicen las leyes, sino porque sabes lo que es correcto. Si valoras todo lo que te rodea, no te será difícil actuar justamente. Sin embargo, si no lo has hecho, tienes que disculparte y reparar el daño. La justicia está en tu corazón y no en los requisitos de la ley.

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